SALA 2
El nuevo grabado japonés
El nuevo grabado, o shin-hanga 新版画, fue una corriente de arte neotradicional, que se desarrolló en Japón de 1915 a 1942. La estampa ukiyo-e, que había sido la principal y más popular vía de producción de imágenes en los dos siglos y medio anteriores, ya no gozaba de la misma fama de antes, y competía también con nuevos medios y lenguajes plásticos que se importaron a Japón en la segunda mitad del siglo XIX. Por otro lado, estos cambios afectaron asimismo el estatus de la gráfica, que poco a poco pasó de ser un bien de consumo cotidiano a ser un producto exclusivo de los talleres artesanales, dirigido a un limitado número de interesados.
Fue tarea del editor Watanabe Shōzaburō dar forma a este movimiento. Hasta ese momento, su taller se dedicaba a producir reproducciones xilográficas de ukiyo-e de autores célebres del pasado. En un intento de revivir la estructura del proceso creativo de las estampas ukiyo-e, caracterizado por la producción colaborativa, de carácter comercial y centrada en la figura del editor, Watanabe comenzó a congregar artistas diversos, que finalmente lo acompañaron en esta empresa. Además, su experiencia previa con la exportación de arte al extranjero le permitió diseñar estrategias de distribución internacional de sus estampas, por lo que un número considerable de obras de la corriente del nuevo grabado se vendieron en otros países y no en Japón precisamente.
Además de ofrecer aspectos novedosos a nivel técnico —como, por ejemplo, encontrar soluciones para simular recursos propios de la pintura o la acuarela en el medio xilográfico—, Watanabe se apropió de varios de los temas por excelencia del ukiyo-e, como el paisaje, las mujeres bellas, los actores del kabuki, y los pájaros y flores. Su éxito fue tal que otros editores siguieron su ejemplo, y los talleres de Doi, Ise Tatsu, Katō, entre otros, se sumaron también a la producción de shin-hanga y se abrieron a la distribución internacional.