El nuevo grabado y el grabado creativo
A diferencia del nuevo grabado, y de su antecesor, el ukiyo-e, la corriente conocida como grabado creativo (sōsaku hanga 創作版画) abogó por la idea del artista como único productor de la obra, más en consonancia con la noción romántica de «creador», prevalente en la Europa decimonónica, y con el propio proceso de fabricación de la obra por una sola persona. Esta corriente, cuyos años de mayor auge coinciden con las primeras décadas del siglo XX, también contrasta con el nuevo grabado en sus temas, más centrados en la representación de los espacios modernos.